El
año 1.942 me matriculé en la academia de teatro clásico que la dirigía
la actriz catalana Margarita
Xirgú y que la integraban. Teresa León,que oficiaba de Secretaria, Luisita
Darios , Lenka Fracnulic, Alberto Closas, Eduardo Naveda, Francisco Flores Del
Campo, Mirella Veliz, Fernando Josseau,
Alicia La Santa , Emilio Gaete y otros que ya no recuerdo sus nombres,
alguno de los cuales todavía se encuentran vigentes .
Esta
famosísima española se encontraba en
nuestro país exiliada por el general Franco Dictador de esa nación ibérica, lo
cual resulto beneficioso para Chile ya que termino recibiendo sus mejores
frutos, como las puestas en escena de obras de teatro de diversos autores las
cuales eran de primerísima importancia.
Fue
en esta circunstancia cuando recibí una invitación de mi hermana que formaba
con su marido la “compañía de teatro mágico” para que funcionara como representante
de ella, con lo cual este espectáculo itinerante pasaría a tener tres
miembros correspondiéndome la labor de promotor, publicista, vendedor, cargador
y estafeta lo que en esa época se me presento con el titulo de “jefe de Plaza y
de Partenaire del espectáculo”.
Debía
encontrarme con ellos en Coquimbo para a partir de allí recorrer varias ciudades en las cuales se
montaba un espectáculo de magia en las cadenas de salas que monopolizaba en esa
región la Empresa de espectáculos “Martínez" , en ella se realizaban actos de
magia combinando actos de levitación con magia humorística en las cuales de
involucraba al publico , el mago era mi cuñado que se caracterizaba de mandarín
Chino con su esposa de ayudante igualmente con una vestimenta China , los roles
que me asignaban consistía en un ayudante “dormilón“ , lo que provocaba risas
en el público y aprovechaba las condiciones de cansancio de todas las labores
previas que desarrollaba .
En
esa oportunidad la gira se extendió incluso a Tacna lugar en donde no pudimos actuar,
ya de vuelta en Arica abordamos un barco llamado “Allipén” con la intención de
volver a Valparaíso pero a poco andar esto se frustró ya que mi hermana
llamada Lin Sing
en el espectáculo no pudo soportar este viaje debido a encontrarse embarazada con el mareo y los vómitos casi pierde la criatura tuvimos que bajar en Iquique. No nos quedó otra cosa que hacer que tomar el
tren que partía desde Iquique con una trocha angosta de una sola vía para ambos
sentidos y que llegaba a Calera en un lento viaje que duraba cinco días y
cuatro noches , por nuestra gira frustrada y el poco dinero debimos el viaje en
carros de tercera clase, los ensardinados carros llamados vagones venían atestados de todo cuanto Dios
hecho al mundo;. Maletas, bultos, canastos, chuicos, comidas y hasta gallinas
perros y gatos.
Como
se sobrevivía este viaje es algo que no entiendo, con gente apretujada en todos
los lados, como animales, muertos de sueño, piñelientos, mosqueados, en
desorden y tiesos, con las piernas en todas las posturas imaginables, unos
durmiendo en el suelo, otros en los asientos y algunos colgando desde el portamaletas, mujeres con guaguas dándole sus pezones, el criadero de moscas y cuanto vicharraco es
posible encontraban una masa humana dispuesta a servir de alimento con su
sangre.
Al primer día ya se sentía una fetidez propias de las peores letrinas por la ausencia de higiene, el hacinamiento, el cúmulo de botellas en los pasadizos y un cuanto hay. Sumados a la cantidad de porquería que se juntaba en el suelo, basuras, restos de comidas y las fecas que rebalsaban el baño tan solicitado por exceso de pasajeros. .
En el transcurso del viaje muchas veces ni las cadenas que se le ponían a las ruedas ayudaban a dar más velocidad al tren por lo que era frecuente que uno se bajara de él y sin mucho esfuerzo le ganara a la jadeante y sudorosa locomotora a carbón , no faltaba el que prefería descargarse en el terreno natural haciéndonos un gran favor .
En ese tedioso viaje de días calurosos , secos y noches frías ,con camanchacas en medio de rostros patibularios , ojeras y desaliño humo y mugre y de la monótona sinfonía de traca traca , silbatos charlas risas , bostezos y ronquidos la vida seguía como si nada , en las muchas detenciones aparecían grupos de mujeres comerciantes que vendían a la gente jaivas cocidas y “sanguches de pollo” , los que en realidad eran de buitres o gallinazos como le llaman los nortinos de Chile. Hasta el momento no sé si aquellos sanwiches eran de esa ave o no, con hambre cualquier cosa es comestible, y que el mejor premio a la capacidad de soportar era llegar por fin a casa...
En el transcurso del viaje muchas veces ni las cadenas que se le ponían a las ruedas ayudaban a dar más velocidad al tren por lo que era frecuente que uno se bajara de él y sin mucho esfuerzo le ganara a la jadeante y sudorosa locomotora a carbón , no faltaba el que prefería descargarse en el terreno natural haciéndonos un gran favor .
En ese tedioso viaje de días calurosos , secos y noches frías ,con camanchacas en medio de rostros patibularios , ojeras y desaliño humo y mugre y de la monótona sinfonía de traca traca , silbatos charlas risas , bostezos y ronquidos la vida seguía como si nada , en las muchas detenciones aparecían grupos de mujeres comerciantes que vendían a la gente jaivas cocidas y “sanguches de pollo” , los que en realidad eran de buitres o gallinazos como le llaman los nortinos de Chile. Hasta el momento no sé si aquellos sanwiches eran de esa ave o no, con hambre cualquier cosa es comestible, y que el mejor premio a la capacidad de soportar era llegar por fin a casa...
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